martes, 14 de octubre de 2008

Autopía. Eutopía. Episodio Cinco: Romper el fuego

El pasado lunes, la cita con Javier Cercas comenzó con demasiado retraso. Un sector del público demostró su indignación de una manera un tanto brusca y se creó un silencio incomodísimo. Entonces Micaela Navarro, tras pedir sinceras y reiteradas disculpas, animó a los presentes a romper el fuego (literalmente: “comenzar a disparar”). Lapsus o metáfora, la expresión de la Consejera no fue sólo apropiada por la tensión del momento, sino que merece ser declarada como el hallazgo más eutópico de esta edición: si para romper el hielo optamos por romper el fuego no habrá utopía que se nos resista.

La conversación con Javier Cercas fue regalando respuestas cada vez más interesantes y reveladoras. Su irreductible obsesión lingüística (“la sintaxis es la ética del escritor”, llegó a afirmar) debería ser algo común en los cada vez más despreocupados mundos de la literatura y del periodismo. Cercas confesó que constata cotidianamente un sinsentido: que son los propios periódicos los que menos respetan sus propios artículos. Es algo que todos podemos comprobar, y que ocurre en un país en el que, como bien indicó, la mejor literatura se ha escrito en los periódicos. Y parece que Cercas está harto del asunto, porque, entre dientes y entre líneas, dejó caer que tal vez pronto dejaría sus colaboraciones en El País (Afortunadamente, un piropazo de nuestra compañera y sin embargo amiga Marta Jiménez le arrancó el compromiso de seguir haciéndolo durante una temporada más).

Mientras tanto, nos vamos acercando a la traca final de Eutopía. Eva Amaral se prueba minifaldas, a Bunbury lo están peinando y Loquillo calienta en la banda para sustituir a los Marlango. El Vista Alegre abrirá sus puertas para burlar a la caprichosa meteorología de estas jornadas. Así se gana en seguridad lo que se pierde en acústica y estética. Pero antes, esta tarde noche, la miscelánea cultural se sigue filtrando por todos los rincones de la ciudad. Tomen aire, preparen sus armas, rompan el fuego.

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