domingo, 25 de marzo de 2007

PARIS, THEY HATE YOU



Doce historias estúpidas, que van de mal a peor y no destilan ni una sola gota de amor a París. De nada sirve el derroche de buenos intérpretes si sólo se quieren contar tonterías. Hasta la tercera historieta, la de Gus Van sant, la cosa dice bien poco pero se aguanta, más o menos. Después entran los Coen a saco con el tópico y la chorrada, y a partir de ahí todo es infumable. A veces, el asunto adquiere proporciones de delito: los cortos de Doyle, Chomet, Crawen y Natali son, sencillamente, bochornosos. Con el de Cuarón, directamente, me quedé dormido. Coixet pierde la oportunidad de pervertir uno de los argumentos, junto al de Tykwer, que apunta algún interés. El final del entre-copas Payne, es perfecto para no olvidarme del aburrimiento y la desesperación que he ido acumulando durante la película.

viernes, 16 de marzo de 2007

VENIR PARA NADA



James Salter: La última noche. Salamandra, 2006

Escribe Salter: “…la verdadera felicidad consiste en tener todo el tiempo lo mismo”. Y, antes, otro discutible aforismo: “Lo prohibido nutre el apetito por todo lo demás”.
Voy leyendo cada uno de los diez relatos de este venerado maestro al que desconocía y me da la impresión, según avanzo, de que no me interesa demasiado. Sin embargo, cuando termino el primero, una angustia nueva se ha instalado en mi estómago. Así me ocurre una vez, y otra, a pesar de que reescribo algunas frases para que me suenen mejor: “Tenía prendas para cada ocasión, aunque posiblemente todas las ocasiones ya habían pasado”. Nada. Lo intento de nuevo: “Soñaba con que volvía, como las viejas canciones”. No hay manera. No encuentro fórmula para salvarme de la certeza de que vivir es venir para nada.

jueves, 15 de marzo de 2007

LITERATURA PARA UNTAR




A camino entre la ciencia doméstica y el catálogo (libre de nostalgia: esto es esencial) del adolescente tardío, Nocilla Dream propone un extraño y babélico viaje que nos conduce con vértigo (según advierte certeramente Juan Bonilla en el prólogo) y sorpresa hasta el desierto común de nuestras vidas. Ese desierto se va poblando de (¿demasiados?) personajes kitsch, entre los que brillan un destacado autor de pop independiente y un fan destrozado de Borges, pero nuestro presente se muestra cada vez más vacío.
No todo es desolación.
Desde la infinita frontera, la tripulación vuelve a entonar su canto.

martes, 13 de marzo de 2007

A MERENDAR CON FERNANDEZ MALLO



Esto es lo que me llevo a la merienda:

Teoría poética de los quarks

Con todo el futuro en suspenso,
con todos alrededor y alguien lejano
hablando,
siempre alguien lejano hablando.
El conocimiento esparciéndose
sin rozarme siquiera.
Distraído,
siempre en mi vida distraído.
Alguien explicando cosas ajenas:
todo el mundo pensaba en el átomo,
en la unidad más pequeña,
y llegaron de pronto los electrones,
los protones,
todas esas cosas que no me importan,
en vez de ella,
en vez de mí,
se avanzó entonces una hipótesis
que explicaba el funcionamiento subatómico:
la teoría de los quarks,
los fracasos encadenados,
las alegrías fugaces,
lo que nos hace daño,
los quarks
eran los elementos más pequeños,
tres elementos
explicaban el resto de combinaciones,

los más pequeños,
aquellos dolores callados,
los quarks se atraen más
cuanto más separados están,
cuando abandoné
cuando supe que iban a abandonarme,

y se van acercando hasta que están casi juntos
y entonces se repelen con gran fuerza,

los silencios perdonados en esa búsqueda incesante,

los quarks se atraen más cuanto más lejos están
y se van acercando hasta que están casi juntos
y entonces se repelen con fuerza,
todas las mentiras,

los quarks son los elementos más pequeños,

y el sexo siempre girando por encima de todas las cosas.

Alguien hablando
a lo lejos:
los quarks se atraen,
se atraen más
cuanto más lejos están
y se van acercando,

cuando están ya casi juntos
se repelen con gran fuerza.

sábado, 10 de marzo de 2007

DIA DE COMPRAS (LEJOS DEL RUIDO)



Arcade Fire: Neon Bible (edición especial) (2007)

Babel (B.S.O.) (2006)

The Good, the Bad and the Queen (2007)

Carla Bruni: No Promises (2006)

The Flaming Lips: In A Priest Driven Ambulance
(edición especial vinilo rosa del álbum doble de 1990)

Rockdelux Marzo, Momentos 2006 Vol. III

ClubCultura #16, Los mejores cortos del cine español

Friends, Novena Temporada (2003)

Elia Kazan: The Last Tycoon (1976) (Videoteca, nº 1)

Agustín Fernández Mallo: Nocilla Dream (2006)

James Salter: La última noche (2006)

lunes, 5 de marzo de 2007

LOS AVIONES



Es tarde, se hizo de día
menos mal que está nublado
se acabó todo lo que había
queda un cigarro mojado
Porque quiero dormir
y soñar con ella
mientras por afuera
pasan los aviones
no quiero que se termine
no quiero que me abandones
Me olvidé de avisar
no te voy a llamar
ni una sóla vez en cuatro días
o si no, mujer, voy a hacer
cualquier cosa que me digas
Porque quiero dormir
y soñar con ella
mientras por afuera
pasan los aviones
no quiero que se termine
no quiero que me abandones
no quiero que se termine
no quiero que me abandones

(De cuando Calamaro, Andrés, firmaba bonitas canciones simples...)

HIELOS Y ECLIPSE



Los hielos, dijo el pintor.

El pintor que, durante años, articuló un discurso plástico y moral que recogía aguas y esferas, jardines y horizontes, piscinas intervenidas y pajaritos hambrientos, lo dijo. "Los hielos cuando tropiezan con las fronteras del vaso", dijo el pintor del barrio, "anuncian tu inmediatez, confirman que ya has llegado a la fiesta".

jueves, 1 de marzo de 2007

LOS PROLEGOMENOS



Respecto al fútbol, lo que menos me interesa son los prolegómenos.

Todo acontecimiento genera una expectación que se traduce, inevitablemente, en rentabilidad mediática o económica, pasional, política o social. O quizá todos estos adjetivos sólo describan la misma cosa: lo futurible. O lo que es lo mismo: el nerviosismo púber ante la inminente danza, el parkinson del broker frente a la pizarra bursátil, la oración calamitosa del familiar que ya sabe la fatalidad del enfermo.

Pero yo iba a hablar de fútbol. Del fútbol.

Dentro de diez días, por fin, se jugará, si el cambio climático lo permite, el esperado Barça-Madrid de todos los años. Desde hace tiempo se piensa y articula sobre la sospechosa abundancia y dudosa calidad de los infinitos partidos del siglo. Este año no está siendo distinto. Llevamos enfrentándonos a tan magno acontecimiento desde hace meses. Los días previos no se hablará de otra cosa. Seremos informados de cada gesto y cada silencio, de cada palabra y de cada reflejo que de una manera directa o indirectísima, real o inventadísima, ataña al clásico. Llegará el día, en su vociferada cuenta atrás, se jugará el partido, se dará el resultado que se dé y así, inmediata, eléctrica o tal vez ya electrónicamente, cesará el asunto. Habrá unos cuantos ecos: periodistas barrigones desgañitándose por lo obvio, las portadas del día siguiente, dos resúmenes mal hechos que atenderán a cualquier cosa menos al maravilloso juego del balompié. Tras la saturación de los prolegómenos, quedará muy poco del después. Apenas los chascarrillos de Montes & Cía en las tribunas desiertas. Dos columnillas polémicas en los periódicos. Crónicas cada vez menos precisas por más urgentes. Y todas las consecuencias se irán apagando, como la noche se apaga obligada por el fulgor de las farolas. Es de día, pero me indican, multitudinaria, mundialmente, que debo irme. No es cosa vana. De inmediato al acontecimiento ya brotan los impacientes rumores del siguiente prolegómeno.

PARENTESIS