domingo, 25 de mayo de 2008

Vicente Amigo, un momento en el sonido


Amigo, y grande

En la última canción de la noche, durante algunos instantes, la sombra de las manos de Patricio Cámara tocó las palmas sobre la piedra teñida de añil del patio de la Universidad Cisneriana de Alcalá de Henares, mientras Vicente Amigo encontraba el soplo del alma de blues de su guitarra flamenca. Ese momento mágico podría resumir la actuación de este artista excepcional, un gran guitarrista flamenco, por supuesto, pero también mucho más que eso.
La Suma Flamenca incluyó en su cuota provincial la actuación en Alcalá de Henares del guitarrista cordobés nacido en Sevilla y para ello eligió un marco solemne y bellísimo: el herreriano Patio de Santo Tomás de Villanueva, de la citada Universidad. Sin embargo, tan estética elección marcó los prolegómenos, pues la caprichosa meteorología de esta primavera sembró de dudas la celebración de la cita.
Afortunadamente, pasadas la diez apareció, de gris perla y mirada azul, este vikingo flamenco, este dulce invasor de territorios y sonidos. Un héroe solitario, como siempre, sin más arma que su guitarra, que sólo se dejó mecer por unas palmas finísimas en el cierre de la primera canción. Después le salió su guasa (no demasiado conocida) y, tras un tiritón comprensible por el gélido recinto, definió la situación: “Esto va a ser un concierto para pingüino y orquesta”. La orquesta la forman viejos compinches como el citado Pachi Cámara a la percusión y voces o el suave guitarrista José Manuel Hierro, junto a José Ramos al bajo, Paquito González en la percusión y Rafael de Utrera al cante. Con ellos alternó Vicente sus propuestas más populares (bulerías y rumbas, deudoras del gran Paco de Lucía, pero a la vez avales para nuevos caminos) con arriesgados roces y peligrosos goces con apuntes de música étnica y hasta de new age. El repertorio recorre casi exhaustivamente su último disco (que ya cuenta tres añitos) y pueden destacarse el tema dedicado a su idolatrado José Tomás (Campo de la Verdad), la soleá ofrecida a su amigo El Pele (Mezquita) y, sobre todo, esa dificilísima farruca y fantástica composición que se llama Silia y el tiempo.
(Siempre escojo algún momento en los conciertos de Vicente Amigo para cerrar los ojos y escuchar con todos mis sentidos su música. Suele coincidir con el que él reserva antes del final para enfrentarse, de nuevo solo, al silencio. El taranto que pone título a su último disco y a esta crónica fue el elegido en esta ocasión. Inmejorable, y escalofriante).
Antes de terminar, de nuevo surgió la gracia: “Muchas gracias por escucharnos mientras pasaban frío. Nos vamos antes de que vengan los de Frudesa y líen aquí un estropicio”.
Tras la magia violeta de la percusión, el patio entero se puso en pie, reclamando una última interpretación en la que Rafael de Utrera se creció sobre sus zapatitos blancos. Con una potencia casi increíble, Vicente Amigo finalizó su regalo, el patio al completo se levantó por segunda vez, y juro que entonces, al menos por un momento, pude ver cómo los dos cipreses centenarios que disfrutaron del concierto a la diestra del maestro se inclinaron para ofrecerle una reverencia.

3 comentarios:

Atance dijo...

Yo si fuera Vicente y leyera esta crónica, estaría convencido de que no solamente él hace poesía con su guitarra, si no que provoca escribirla. La prosa se devora...
A esto lo llamo yo una "crónica-de-libro".
Enhorabuena y que sigas así, ya que parece que tu "rehab" produce momentos casi oníricos del lenguaje, reflejo quizás de un gran momento o del peor, que son los mejores. Gracias por el excelente documento descriptivo, que aunque lo calcas, me hubiese gustado verlo en carne y hueso

el escaparatista dijo...

Gracias por apreciar de esa manera mis palabras. Por cierto, no te reconozco en la foto, pero veo que estás informado de mi rehab. Who are you?

Atance dijo...

Please allow me to introduce myself
Im a man of wealth and taste
Ive been around for a long, long year
Stole many a mans soul and faith
And I was round when jesus christ
Had his moment of doubt and pain
Made damn sure that pilate
Washed his hands and sealed his fate
Pleased to meet you
Hope you guess my name
But whats puzzling you
Is the nature of my game...
También me dicen King Aphrika