lunes, 31 de marzo de 2008

Bravo, Pony Bravo

Descubro en La Ventana Pop, el siempre interesante blog de Blas Fernández, a un sugererente grupo que se llama Pony Bravo. Aquí, una actuación de estos sevillanos en el programa Carretera y mantra:

domingo, 30 de marzo de 2008

Noche Coen


No soy muy Coen. No soy un gran admirador de estos hermanos. Hay cosas que me gustan y otras que no. Esta semana seguramente iré a ver, después de la tormenta y la brasa, No Country For Old Men, y procuraré que mi opinión no esté infectada por tantos pre-juicios. Anoche tuvimos sesión doble de los Coen en casa: dos películas que quizás pueden resumir sus virtudes y defectos. En primer lugar, The Man Who Wasn't There, posiblemente mi título de la pareja, favorito junto a Fargo. Una película más rara que extraña, más sutil que perversa, más que elegante, con muchísimo estilo, con la habitual destreza de los Coen para elegir con precisión el actor más adecuado para todos y cada uno de sus personajes (todos: no sólo ese trío magistral protagonista). Después vimos El gran salto (The Hudsucker Proxy), esa patochada en la que Tim Robbins hace de Jim Carrey y Jennifer Jason Leigh de Jennifer Jason Leigh, esa bufonada en la que los Coen dan rienda suelta a su humor simple, grotesco y facilón, ese tipo de peli de los Coen en la que siempre hay algunos gritos desaforados y muchas, muchísimas carcajadas. Es la cara y la cruz de dos tipos peculiares. Veremos cómo cae la moneda en su oscarizada última obra.

sábado, 29 de marzo de 2008

Te manda saludos dante

"Le gustaba mucho hablar, también decir cosas que parecían muy especiales, estábamos en unos días en los que se valoraba mucho tener personalidad".

Enrique Vila-Matas: Recuerdos inventadosAnagrama, 1994.

viernes, 28 de marzo de 2008

El otro efecto llamada



"¿Controlar la inmigración? ¿Controlar la inmigración?
¡Lo que hay que hacer es prohibir el turismo!"

Greguería improvisada por Manuel Tallafé en una terraza de La Latina infestada de ingleses borrachos...

jueves, 27 de marzo de 2008

Cosmopoética (I)




Fernando Vacas (flow) actúa junto a Jota (Los Planetas) y Antonio Luque (Sr. Chinarro) el jueves 17 de abril a las 22.00 en el Palacio de Orive (Córdoba).

Más información aquí

Éste es el texto que he escrito para el programa de Cosmopoética 2008:

Fernando Vacas (El buen pastor)

Junto a la ribera, entre cartones, los perros ladraban. El Guadalquivir se ahogaba y los perros huérfanos lloraban todas las tardes, de espaldas al río. En la perrera, un lobo se miraba al espejo y se atrevía a esgrimir seis cuerdas. “Para no saber tocar, no nos salió un mal disco”, se excusaba un espigado estudiante de Alquimia. El lobo leyó el reflejo de su nombre, británico y puntual, y aulló en voz alta: “flow”.
Las primeras canciones, las que conformaban headquake, remitían según algunos críticos distinguidos a unos Sonic Youth perezosos, pero también eran tan sólidas como los puentes romanos.
Los ríos, ya se sabe, van a dar al mar. Y por eso los flow llegaron a la playa, a Fuengirola, sin duda el mejor ep de aquellos maravillosos años indies.
El siglo XXI comenzó con el tragicómico epitafio de la generación indie que supuso Sensazione. Demasiado explícito como para no provocar un accidente.
Artes marcianas sólo fue un grito entre el eco de lo que nos iba consumiendo mientras nos hacíamos mayores. En cualquier caso, teníamos la fiesta.
Un día el buen pastor reunió a sus ovejas con Maria Callas, Houellebecq y The Flaming Lips, y dio lugar a la mejor recreación que jamás se haya hecho de una canción: DNV señaló el horizonte al que este genio singular podía dirigirse.
Desde ahí, hasta hoy: la herencia de Arquímedes, el perro de Panero, los mejores compañeros de viaje, las peores pérdidas, los instintos automáticos y un caudal de ideas, locuras, inspiraciones y venenos. A veces la destilación fue espesa, a veces el resultado tardó en ser reconocido. Pero los últimos acontecimientos de su trayectoria artística nos permiten sospechar que el tempo de su proyecto, la estrategia de su desarrollo y el estallido de su talento han sido el resultado de un cálculo preciso.
Lo normal.

miércoles, 26 de marzo de 2008

La indignidad de la Semana Santa



Ya ha pasado.

Ya sólo queda la cera que lanza sus últimas quejas, cada más débiles, cuando es de nuevo atropellada por los neumáticos. Y algunos carteles desgarrados. Y las sombras remolonas de esos siniestros capirotes que nunca se van del todo.

Ya ha pasado. Ya han pasado los pasos, las imágenes, los olores, las trompetas, los vientos, los tambores y los silencios.

Ya explotó el fervor y la devoción. Ya reinó otro fundamentalismo.

Ya mismo, ya mismito, comenzaremos a sufrir los ensayos de la próxima fiesta divino-pagana.

La tradición. O cómo justificar lo injustificable por la única razón de que ya se ha perpetrado muchas veces.

martes, 25 de marzo de 2008

La peligrosidad de la religiosidad (reprise)


©Suso33

Limpiar las calles es tan arduo
que se necesita un escuadrón concienzudo y persistente
que no haga la vista gorda, que apunte bien cada disparo de agua
y sea maestro del mandoble de la escoba.

Los caminos torturados del desfile de misterios
sufren el calor de grito y amenaza de los vómitos de cera
y cada tarde se preparan para ser enterrados bajo la alfombra crujiente
de los cadáveres desmembrados de los hijos de los girasoles.

Este botellón invasor y fanático se pavonea año tras año
entre finos y cacharritos que alientan su poder de humo y pan de oro.

Los tamborileros
borrachos de fundamentalismo exigen respeto
y el silencio del hombre libre y solitario que no puede andar
sin ser devorado por las hienas movedizas de la religión
legionaria que se santigua
y espera la bendición de un capataz
que ordena a los dioses y a las vírgenes que vayan al cielo.

lunes, 24 de marzo de 2008

Beigbeder en La Latina

Insospechadamente, una pared del N de T, en la calle Tabernillas, muestra el primer párrafo del 13'99 euros de Frédéric Beigbeder en la antesala de los baños: "Todo es provisional: el amor, el arte, el planeta Tierra, vosotros, yo. La muerte es algo tan ineludible que pilla a todo el mundo por sorpresa. ¿Cómo saber si este día no será el último? Creemos tener tiempo. Y luego, de repente, ya está, nos ahogamos, fin del tiempo reglamentario. La muerte es la única cita que no está anotada en nuestra agenda". Bohemia fetén, o quizás sólo es la artrosis del estuco literario.

domingo, 23 de marzo de 2008

Por fin, el nuevo kiliedro



Tras muchas dificultades ya está on line el segundo Kiliedro del 2008. En mi sección, Letra sonora, largo una pérfida disertación sobre Nacho Vegas, titulada El anabelén del indie, en la que, entre otras cosas me atrevo a afirmar lo siguiente:

"Tras adornar otros discos y varios directos del grupo seminal y de sus madrileños parientes, los maravillosos Migala, el joven asturiano se destapó con un disco que yo en principio interpreté como una broma, o más bien, como una cínica parodia. Actos inexplicables, lo bautizó, y así entendí yo esta inocentada, como una bofetada cruel y refinada al patético legado de la música pop de este país. Razones no me faltaban: cuando Nacho no se acercaba a los mitos del Superpop se arrimaba a los ripios sabinianos o parecía mofarse de la falsa indiependencia..."

Más en kiliedro

viernes, 21 de marzo de 2008

Tesoros recuperados

Rebuscando en los cajones del salón de mi hermana viejos discos, recuperamos un par de dvd's que compramos en París hace tres años.

En uno de ellos está este delicioso clip de -M-:

martes, 18 de marzo de 2008

El sueño de Montano

Mi amigo Jose Antonio me envía este rotundo sueño. Me fascina su concreción y también el hecho de que alguien a quien le aburre leer sueños se decida a contar uno propio...

Esta noche he soñado contigo y con Paloma, ha sido curioso. Me había llamado Félix Bayón para comer y os invité a vosotros. Comimos los cuatro. Una comida muy divertida: con Bayón contando anécdotas y riéndose, y nosotros hablando y riéndonos mucho también. Recuerdo que soñé prácticamente toda la comida: una larga conversación. Soñé muchas parrafadas y muchas risas de la conversación. Luego nos despedimos. Hay un corte (supongo que ha pasado un día) y llamo a Bayón por teléfono. Me dice: "Me cayeron muy bien Gabriel y Paloma". Luego te llamo a ti, y me dices: "Oye, qué grande Bayón, qué gran tipo. Qué pena que se hubiese muerto".

lunes, 17 de marzo de 2008

Tres días en Barcelona

Tres días en barcelona (I)



Rumbo a Barcelona, en el recién estrenado AVE, mi mujer y yo padecemos la escalofriante espera en el Vagón 4, Cafetería, con su también primeriza, y solitaria, camarera. Bocadillos poco recomendables, ventanillas demasiado bajas como para calcular bien los horizontes, alaridos móviles, turnos de desconfianza junto a la barra, propinas de los viajes. Dos horas y pico, entre somnolientas y esperanzadas, hojeando el periódico, ajenos a las películas y a las conversaciones. Vamos a ver a The Cure, a ver a un amigo, a comer cosas nuevas. Ya en El Raval, cuando anochece, abordamos el apartamento de Diego y proponemos vinos y cervezas antes de dirigirnos al Palau. Diego nos regala una rápida disertación sociológica de la ciudad antes de darnos las llaves de su casa, un envidiable espacio que combina la solidez de lo antiguo con la funcionalidad de lo moderno, no en vano apenas tardamos unos minutos en sacar de nuestra chistera común el inevitable tema Adrià. Camino de Montjuïc, reparamos en la extraña luz de esta ciudad, presos aún de los fogonazos que el flash perpetuo de Diego ha arrojado sobre nuestra prejuiciosa mirada. En la cola del Sant Jordi, una argentina pregunta a unas catalanas si hablan español. Dentro del recinto, limpio y engañosamente organizado, procedemos al calvario uno: comprar una cerveza, y al calvario dos: encontrar el sitio exacto que señalan nuestras localidades amablemente expendidas con su inquisitorial recargo por el cajero pertinente y más próximo de La Caixa. A un paso de derrochar nuestra "own private The Cure Experience" enredándonos en la inevitable secuencia de protestas y reclamaciones, nos dejamos llevar por la hipnótica vibración y la infalible oscuridad que anuncian el comienzo del concierto y nos despeñamos escaleras abajo hacia la pista. Cerca de la zona de tres puntos, comenzamos a gozar del show.


Tres días en barcelona (II)



Robert Smith, ahí es nada.

Tres horas largas y una sola deuda: la mágica Fascination Street se queda en el limbo, pero llegamos al cielo cuando suenan The Blood, Lovesong (para mí el momento más emocionante), la insoportable (por insuperable) terna de Friday I’m In Love, Inbetween Days y Just Like Heaven, y más tarde Pictures Of You, Lullaby, A Forest, Boys Don´t Cry, Killing An Arab…


Dejemos aquí el playlist, recogido (y comprobado) de la crónica expuesta por CarmenPotter
aquí

01. Plainsong
02. Prayers For Rain
03. Alt.End
04. The Blood
05. The End Of The World
06. Lovesong
07. To Wish Impossible Things
08. Catch
09. From The Edge Of The Deep Green Sea
10. Kyoto Song
11. Please Project
12. The Walk
13. Push
14. Friday I'm In Love
15. Inbetween Days
16. Just Like Heaven
17. Primary
18. A Boy I Never Knew
19. Pictures Of You
20. Lullaby
21. Never Enough
22. Wrong Number
23. One Hundred Years
24. Disintegration

Bis 1
25. At Night
26. M
27. Play For Today
28. A Forest

Bis 2:
29. The Lovecats
30. Let's Go To Bed
31. Freak Show
32. Close To Me
33. Why Can't I Be You?

Bis 3:
34. Boys Don't Cry
35. Jumping Someone Else's Train
36. Grinding Halt
37. 10.15 Saturday Night
38. Killing An Arab


Tres días en barcelona (III)



“You´re simply elegant!”. Tras los bises y los aplausos, peldaños. Muchísimos peldaños. Una fuente apagada. Una plaza sin medios de locomoción. Dolor en los pies. Dolor y daño en la espalda que bailó más de lo aconsejable. Un gato persa junto a la almohada que reclama su lugar. Sueños que insisten en su rareza mientras pierden interés. Por la mañana bordeamos la Boquería y nos sentamos en la terraza del Rita Rouge, justo cuando Jaume Figueras, el gordito insolente de los Oscar, abandona su plaza. Platos sencillos, camareros amables e internacionales, buen rollito. En la Fnac nos hacemos con The Covers Record de Cat Power, y un par de discos raros de los Tindersticks. También con el radiante Nocilla Experience de Fernández Mallo. Llegamos a la casa de Diego ufanos y contentos. Nos prepara su especialidad gastronómica: patatas fritas de bolsa y banderines de alcachofas con anchoas y aceitunas. Insuperable. Unas cuantas cervezas después nos adentramos en las calles estrechas y llenas de historia del barrio gótico. Llegamos a Little Italy, donde un músico de origen indescifrable despliega un repertorio de calidad ondulante. Nos demuestra la más recomendable virtud del árbitro, pasar desapercibido, mientras el mantel se cubre de interminables discusiones futbolísticas. Volvemos poco a poco, interrumpidamente, al Raval. Una pausa en el Betty Ford nos traslada a un ambiente adolescente, cercano al espíritu de los antiguos Colegios Mayores, pero protagonizado por cuarentones entusiasmados por la abundancia de jovencitas Erasmus dispuestas a atender hasta a los más vergonzantes trucos de magia. Antes de llegar a casa, sorteamos las basuras, las esquinas y las latas de cerveza de alcantarilla que nos ofrecen los paquistaníes.


Tres días en Barcelona (IV)



El miércoles nos vemos empujados a pasar una jornada en el Hotel Ciutat Vella, ya que nos cobran al menos una de las noches que habíamos reservado. Es lo que ellos denominan “política de empresa”. Está a 30 metros de la casa de Diego, y alterna algún detallito majo (agua, café, internet y fax gratuitos) con cierta racanería en la equipación de las habitaciones y en el kit del baño. Estéticamente es una especie de NH modernito. Por la mañana bajamos Las Ramblas hasta el prescindible mall del Marenostrum y después sorteamos la epidemia de monopatines que cerca el MACBA para visitar la tienda del CCCB, donde nos hacemos con algunos souvenirs y media docena de libros: los Micropoemas de Ajo, el tocho sobre Robert Crumb, las delicadas ediciones de Siruela (Octavio Paz, Plutarco…), Satie, Durás... Repetimos almuerzo en la terraza del Rita Rouge y después de trastear en La Boquería, nos surtimos de agua y pereza en el hotelito. Durante la siesta vemos un interesantisímo documental sobre las arañas y sus estrategias de caza (y de apareamiento: espectacular cuando una especie arácnida con complejo de mantis religiosa abre sus ocho patas para recibir el macho al que se zampa after-coito). A las ocho ya estamos en las puertas la Sala Castelló, donde se presentan los discos de Russian Red y Lonna Kelley. Fieles al "estilo eureka", los conciertos comienzan con bastante retraso y cierta precipitación. Nada que objetar: la salita está a tope y los músicos responden ante las dificultades. Russian Red cierra con una versión de un tema de Mazzy Star y Lonna Kelley despliega su inquietante catálogo de susurros y gruñidos mientras acaricia con delicadeza y talento las cuerdas de su guitarra. Me despido de Fernando Flow, que en unas horas sale volando hacia Austin para asistir a la feria discográfica South by Southwest, y nos vamos a cenar. Sergio, un tipo muy simpático que hemos conocido en el concierto, nos acompaña hasta el bullicioso bar de Las Fernández y en el camino iniciamos varias conversaciones que seguramente tendrán continuación. Como la espera estimada nos resulta excesiva buscamos al azar y entramos en el restaurante Ánima, donde descubrimos un vino joven muy resultón (Baldomà Selecció) y disfrutamos de la gracia explosiva que el vinagre de Módena añade al aceite de oliva: literalmente, para mojar pan.


Tres días en Barcelona (V)



En la tele del hotel, mientras nos entregamos al sueño, se suceden viejas imágenes de Aznar. Los cuatro tertuloides de siempre vociferan (no todos tanto como M.A.R.) y escupen sus personales interpretaciones de la trayectoria del líder del PP. Un hombre ante todo siniestro, cuyo gestos, muecas y discursos son sin duda el germen de las pesadillas de esa noche. A la mañana siguiente, amparados por la generosidad de Diego, decidimos quedarnos un día más en Barcelona. En una tasca de la Rambla de Catalunya me zampo una calçotada histórica. Mientras hacemos la digestión vagabundeamos por el Eixample y compramos un ratito de elegancia adquiriendo dos pares de zapatos tan modernos como clásicos. De nuevo en El Raval, echamos la tarde escarbando en las tiendas de discos de la calle Tallers. El botín: rarezas y viejos tesoros audiovisuales de Tindersticks, The Pixies, Joy Division y Franz Ferdinand, entre otros. A las siete y cuarto ya estamos sentados en la sección de libros de la Fnac, donde Agustín Fernández Mallo presenta Nocilla Experience, asunto notable que merece una entrada propia en este humilde cuaderno.


Tres días en Barcelona (VI)



Como prevención ante la lírica esgrimo la economía. Agustín Fernández Mallo ha vendido doce mil ejemplares de Nocilla Dream, y eso en este país es un pelotazo. Alfaguara le publica ahora Nocilla Experience y en la primera edición pone a calentar quince mil libritos por los mercados. En la Fnac AFM no para de sonreír hacia dentro mientras saluda a la afición. Pepe Ribas, a destajo, larga una introducción espesa y afectada donde él vuelve a ser el protagonista y pasa la palabra a Gabi Martínez. Y entonces comienza la aberración surrealista: el hombre se empeña en demostrar que se ha currado el asunto de la presentación y lee (muy mal) media docena de folios que resumen lo peor de lo peor del sofocante oficio del crítico. Rebusca conexiones absurdas, cuenta y recuenta cifras que nada suman, agita metáforas que nunca existieron y se enfanga en un ejercicio autocomplaciente y autodestructivo, bochornoso, insoportable, aburridísimo, insalvablemente absurdo. La educación de AFM no sirve de nada. Gabi se resiste a no ser aplaudido como el bravísimo exegeta que es. Vuelve a la carga y acosa al autor con preguntas que no merecen respuesta. Fernández Mallo suelta tres o cuatro frescas que dejan claro el tipo de escritor y de persona que es: alguien en las antípodas de los delirios de Martínez. Por citar sólo un ejemplo: “Antes era muy chulo y ahora sé que fui muy soberbio con los lectores. Creo que soy menos chulo. Creo que eso está bien”.


3 días en Barcelona (y VII)



Buda, el gato de Diego, está inquieto. Cruzamos nuestras miradas extraviadas a las cuatro de la mañana, a las cinco, a las seis. A esa hora me voy a la cocina para leer sin molestar los sueños de Paloma ni los de nuestro anfitrión. Repaso las viejas, concienzudas y fallidas traducciones que Alberto Manzano hizo hace veinte años de las canciones de Bowie. Canturreo Ashes To Ashes. Leo un par de libros de poemas de Pablo García Casado, y sus palabras proyectan sombras brillantes en el techo de este loft. Anoche vimos el portafolio de Diego: en sus fotografías se escucha una intención atractiva y propia, la luz marca un ritmo invisible pero eficaz, las imágenes están aquí pero también en otro lugar inesperado, a veces inescrutable. El frigorífico se queja y en ese momento procuro detener mis pensamientos. Recibo el resumen de esta estancia breve, indisciplinada y hermosa. Me invaden las ganas de volver pronto a esta ciudad. Arrastro nuestra gran maleta roja entre las basuras sin recoger. Huele a café, huele a flores. La mañana fresca sabe a Raval y a poemas. La luz verde de un taxi anónimo nos recuerda que somos libres.

viernes, 14 de marzo de 2008

Nocilla, toda una experience


Entre Jurdao, Fernando Flow y Kevin Spacey

jueves, 13 de marzo de 2008

miércoles, 12 de marzo de 2008

The Cure



Al final del concierto, exhausto y entusiasmado, me sentía sobre todo agradecido

martes, 11 de marzo de 2008

Deversiones. capítulo 9: About Bowie



Para escuchar este programa pincha aquí

Más en:

http://deversiones.blogspot.com

lunes, 10 de marzo de 2008

El Secreto de la Victoria (Victoria's Secret)

A ZP le queda mejor que a Rajoy la lencería política...

domingo, 9 de marzo de 2008

Jornada de reflexión


Muñones de topo

Del paupérrimo estado de la música española da buena cuenta la selección de las mejores canciones nacionales (según los lectores) que ofrece este mes Rockdelux. Entre la veintena de temas que van de la afectación anacrónica (y fatal) de Nacho y Cristina al aburridísimo panfleto de Xhelazz (sólo son ripios) es difícil encontrar media docena de temas potables. Sólo algunos clásicos (Lagartija Nick, Fernando Alfaro…) mantienen, no sin dificultad, el tipo. Aunque el cd abre sus bytes a todo tipo de géneros, abunda el tontipop, o más certeramente, la tontería: El Guincho, La Casa Azul, Chico y Chica, Hidrogenese, Manos de topo, Astrud y alguno más esbozan un paisaje (dibujado con líneas de estupidez y banalidad) ciertamente preocupante. Luego está la (constante y amplísima) cuota catalana. Que Tarik se encuentre en esta selección no es muy gratificante, aunque sí resulta esclarecedor que hayan elegido una de sus canciones menos inspiradas: Vuelta a los colores.
De todo un año puede salvarse la legendaria y magna obra de Los Planetas, y poco más. Uno de los hits de la temporada, La revolución sexual, compite esta noche por ir a Eurovisión. Esta perversa confluencia entre el Festival y la Biblia explica por sí misma mucho más de lo que pueda añadirse en esta reflexión desalentadora.

sábado, 8 de marzo de 2008

Últimas palabras de Lester Burnham (poema)

Siempre he pensado en rendir cuentas a los demás
Nunca me he preguntado qué era lo que yo quería
Si alguna vez lo hice me surtí de rápidas excusas
No me faltaron ayudas para poder tragarlas deprisa
Pero no puedo sentir nada más que gratitud
Por cada uno de los momentos de mi pequeña y estúpida vida

Por favor, guarde silencio

Guardo silencio.
Lo oculto con palabras.

jueves, 6 de marzo de 2008

Casi-que-no



Casino (Martin Scorsese, 1995)

La banalización de la violencia comienza a ser, además de inmoral, aburrida...

Tránsito raro



Stay (Marc Foster, 2005)
Actores consistentes para un delirio demasiado moderno y confuso

martes, 4 de marzo de 2008

El mejor dos piezas

Ragazza

«Discúlpeme»
-sueño que le interrumpo en plena calle-,
«lleva usted mi corazón
pegado a la suela del zapato».
Y, entonces,
descubro que también me envuelve
el violeta dulce y calmo de sus ojos.

(De Mi primer bikini, Elena Medel, 2001)

Más información en www.labellavarsovia.com

lunes, 3 de marzo de 2008

Marius & Jeanette



Robert Guédiguian, Francia, 1997

La dignidad de los feos

domingo, 2 de marzo de 2008

Febrero ¿perdido?



Una lectura, una gramola, unos poemas, una traición, Mariscal y La Filosofía de los Semáforos, días de sol, hospitales y residencias, Pablo, enfermedades y esperanzas, discos de Bowie, salmorejo, dos trajes elegantes, un viaje, una boda, una fiesta, discos de regalo, música buena y música de baile (de Benjamin Biolay a ABBA pasando por King Curtis), Federico, Lola, Javier, demasiado whisky, Tarik y la Fábrica de Colores en Neu! Club, vuelta a los horrores, Tallafé, la Champions League, Pepe, el puente, Bardem, los Oscar, la dignidad de los cómicos, Soul, insomnio y pereza, hábitos abandonados, vicios recuperados, destrucción y reposo, Amaltea, mi madre, mi hermana, mi abuela, Paloma, Suze y Deneuve, las horas perdidas, Miguel, Alberto, los debates, Jose Antonio, Lucky, los derroches, Lucena, Carlos Pulido, letras para Fernando, Tara de Elena Medel, Amapola, En el nombre del Padre, Tindersticks y The Hungry Saw, Automático, Ortega Cano y Aznar en El Intermedio, vídeos de Bowie con mi madre, y de P J Harvey, buen humor antes del desastre, Prin’ La Lá con Moratinos, Facto Delafé y Las Flores Azules… No nos menospreciemos