
Comencé mi cuenta atrás
hiriendo a mi mujer
nunca creí en los malos tratos
siempre hablé de crimen
Dos días después
solo dos dias después
o tal vez fuesen tres
abrí la herida de mi amigo
Al día de hoy no he cerrado otras
la mía se abre más que nunca
y me olvido de renuncias
He repartido un puñado de esperanzas
entre los peores jugadores.
No pasa nada, nieve de enero,
trenes negros salpicados del blanco de mi consumida fe
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