Sueños derrumbados sobre el césped del Coliséum
Luchar contra los elementos
Una expulsión más que rigurosa, una lesión muy desafortunada, un resbalón incomprensible, un despiste innecesario, un gol en el último minuto, una pifia lamentable, dos faltas ignoradas, otro gol en el último suspiro. Las naves de la Armada Invencible del Geta fueron a luchar contra el Bayern de Munich, no contra los elementos... y sin embargo lucharon contra todo, hasta el final, hasta ese último segundo de crueldad intolerable.
Corazón tan azulLo de anoche fue una fiesta. Una fiesta estupenda con un final desgraciado. Cuando eso ocurre es imposible no lamentarse, pero todos sabemos que a los pocos días sólo recordaremos lo mejor de esa fiesta.
Lo de anoche fue un regalo. Un regalo carísimo (les costó nada menos que la eliminación), y un regalo impagable. El Getafe nos regaló ilusión, esperanza, fe, emoción, arte, coraje, esfuerzo... Pero también nos recordó lo que el fútbol se parece a la vida.
Lo de anoche fue un ejemplo. Da vergüenza mirar un poco más al norte de Getafe y recordar la miserable temporada blanca. Da bochorno seguir arriba y hacia el este y repasar la penosa trayectoria azulgrana. Hoy todos somos azules, como los gladiadores del Coliséum. Estos pitufos del fútbol son los verdaderos gigantes.
Alma azul
Desde hoy, y para siempre, mi mujer y yo somos socios del Getafe
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