martes, 2 de septiembre de 2008

Pulp reality


I've got them in a cheap shirt

La cuarta. Tal vez la quinta, o quizá sólo la tercera vez que la he visto de principio a fin. Decir Pulp Fiction, para mí, es como decir Travolta. Cuando baila no puedo dejar de lamentar que lo acompañe la patosa de la Uma. Entonces, y también años después, en ese patético refrito de asilo que hicieron en una película cuyo nombre afortunadamente ya he olvidado. Negar el baile de Uma no implica reconocer otros muchos hallazgos de este fantástico entretenimiento: las caras de Willis, la brutal banda sonora, el insuperable papel de Keitel (ése que nunca supo entender mi amigo Jurdao). Ayer coloqué a Tarantino en un lugar secundario, pero muy noble. Es otra clase de nobleza la que me obliga a reconocer sus méritos.

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