miércoles, 30 de enero de 2008

Del sabor de las uvas pasas



Ayer me acerqué a la presentación del disco La Movida. Canciones para NO olvidar, a cargo de Jesús Ordovás ("Ordovás y los demás" podría ser el nombre de un grupo de la época). Entre el público: melenas, canas, calvas, coletas y hasta alguna cresta punk, muchos cuarentones y algún cincuentón. Casi todos más pendientes de reconocer a algún viejo colega que de otra cosa. Entre ellos, el gran Faemino tocado con una gorra. Sobre el escanario, bajo la dirección de Patacho, pasaron: Germán Coppini (cada día más "dantesco", más cercano a Leonardo Dantés); Kiki D'Akí (tan sosa como hace veinte años, pero con las únicas letras interesantes de toda la tarde); Aviador Dro, con Servando Carballar, panfletario y anacrónico (de nada le vale estrenar un tema titulado Tiempo nuevo); y el Glutamato Iñaki, que levantó un poquito los ánimos con Todos los negritos tienen hambre y frío. Lo mejor vino al final: los Burning al completo, cerrando el acto con Una noche sin ti. (Me esperé unos minutos para saludar a Johnny Cifuentes, posiblemente el tipo más amable y entrañable que he conocido en el mundo de la música. Recordamos su última actuación en Córdoba y la mañana siguiente tomando cañas y pinchos en la Corredera. Después se acercaron Carlos Guardado y Eduardo Pinilla. Quedamos en vernos en su próximo concierto: el 22 de febrero, en Madrid).

Memento

No recuerdo



...

lunes, 28 de enero de 2008

Amanecer



Dulce frío de la mañana
humo de las primeras chimeneas
Casi es de noche
pero empieza algo nuevo
Quizás esa luz tímida y fiable
sólo anuncia otra oportunidad
¿Es posible amanecer
antes de que anochezca?

Guti, Darín, Djokovic...



Ah, los domingos, días de cine y de fútbol... y también de tenis. Gasto la mañana extasiado con la final del Open de Australia entre el Tsunami Tsonga y el Payaso Djokovic. Nada que objetar a su victoria, excepto esa inyección de odio que despide su mirada y las de sus jaleosos familiares. "Ali" Tsonga llegará lejos, y en cualquier caso no creo que obtener una victoria compense vivir con la rabia profunda que destila el serbio. Por la tarde, XXY, delicado drama, debut de Lucía Puenzo, alejado de los pantanos del morbo, inquietante, impactante, demasiado breve. Magnífico una vez más Darín, implicado en la causa de la denuncia de la cercenación de diferencias (y consecuentemente, de libertades). Por la noche, un partidazo, Real Madrid - Villarreal, la enésima demostración que debería encumbrar a Guti a la categoría que nadie quiere reconocerle: artista, genio, mago, jugador del siglo.

domingo, 27 de enero de 2008

American Beauty



Después del insomnio, del funeral, del viaje, de un concierto cercano pero inaccesible, después de un día largo y fatigado, tengo la suerte de pasar las últimas horas de hoy junto a mi mujer, viendo una de nuestras películas preferidas. Cuando la vimos por primera vez recuerdo que, a los cinco minutos, le dije: "este rato me ha dado mucho más que todo el cine que he visto en los últimos años". No mentía. Y ahora, por quinta, sexta o séptima vez, tengo una impresión parecida. Decir que en cada ocasión descubro algo nuevo, es algo normal, y hasta obvio. Lo curioso es que también siento algo difrente. Hoy ha sido la actuación de la fascinante Annette Bening la que ha superado mis mejores recuerdos. Y quizás me han emocionado un poco más que las otras veces las últimas palabras de Lester Burnham: "I guess I could be pretty pissed off about what happened to me... but it's hard to stay mad, when there's so much beauty in the world. Sometimes I feel like I'm seeing it all at once, and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst... And then I remember to relax, and stop trying to hold on to it, and then it flows through me like rain and I can't feel anything but gratitude for every single moment of my stupid little life... You have no idea what I'm talking about, I'm sure. But don't worry... you will someday".

sábado, 26 de enero de 2008

Nacho Vegas, Cat Power

Ayer por la tarde, en la Fnac, Nacho Vegas presenta su último proyecto, ahora junto a Xel Pereda: Lucas 15. Me acerco a verlo porque estoy escribiendo un artículo sobre él para el próximo número de Kiliedro. También para salir de casa y que me dé un poco el aire. Entre algunos asistentes parece que hay más interés por quedar para el concierto de Marlango, esa misma noche en el Price, que por atender a la revisión en clave rock del folclore asturiano...
Al acabar el show-room compro el vinilo de Cat Power, Jukebox, el cd de ruizpantaleón y un par de deuvedes: Memento y la Trilogía de Bourne.
Por la noche, en casa, tengo demasiado sueño como para ver ninguna película, así que me quedo dormido, mecido por dulces versiones en la voz de Chan Marshall...

viernes, 25 de enero de 2008

Otro Lumet



Anoche comencé a ver The Appointment (1969), una película (que no conocía) de Sidney Lumet, uno de mis directores favoritos. Me sorprendió la pareja protagonista, Omar Shariff y Anouk Aimée, y sobre todo que el guión fuera de James Salter, autor del que el pasado año pude disfrutar de su profunda colección de relatos La última noche.

No sabía que Salter hubiese escrito guión alguno, pero lo cierto es que ha tenido una escasa e intermitente relación con el séptimo arte, y hasta dirigió una película, titulada Three. Su novela The Hunters también fue llevada al cine, en 1958.

The Appointment (Una cita, en su título en castellano) es una película extravagante en la filmografía de Lumet. Está ambientada en Italia y presenta facciones francesas. Trata de la belleza y de la obsesión, pero lo hace con fealdad y sin urgencia. Es mucho más Salter que Lumet, a primera vista.

miércoles, 23 de enero de 2008

Freud, prehistoria, pornografía y James Ellroy

Ayer por la tarde releí algunos pasajes de Tótem y tabú, de Freud, y supongo que ahí puedo buscar la causa del extraño sueño que he tenido:
Me encontraba en la casa de mis padres, y les contaba a mi mujer, mi hermana y mi cuñado que me habían hablado de la posibilidad de viajar en el tiempo hasta la Prehistoria y quedarse a vivir en ella. Nos apreció una idea arriesgada, pero estimulante, así que nos pusimos a analizarla. El sistema era el siguiente: yo había alquilado dos vídeos porno ambientados en el Paleolític o, y en ellos se explicaba que el espectador que lo deseara podía apretar un botón determinado del mando a distancia y, automáticamente, se trasladaría hasta esa etapa. El problema estaba que el viaje sólo era de ida, ya que no encontraríamos donde íbamos procedimiento similar para regresar a nuestro tiempo. A pesar de lo definitivo del asunto, parecíamos decididos: tener la oportunidad de vivir en aquellos momentos nos parecía una posibilidad inesperada de participar de manera decisiva en la historia de la humanidad. Porque, aunque no estaba indicado en ningún lado, dábamos por hecho que seríamos los primeros y únicos habitantes del planeta, el germen de las civilizaciones futuras. Esta circunstancia nos entusiasmó, pero también hizo que surgieran nuestras primeras dudas. Mi sobrina, muy atenta a toda nuestra discusión, decidió embarcarse en la aventura. Y un amigo común, A. V., también. Y fue en ese instante cuando planearon sobre el proyecto los miedos del incesto y la protección de nuestras “hembras”. Tabú y tótem por un tubo. A pesar de todo, decidimos seguir adelante, pero antes de iniciar la travesía comprobamos la veracidad de las cintas de vídeo… y ahí todo se fue al garete. La primera película estaba ambientada en el Imperio Romano y la segunda en unas playas tropicales. No eran malos destinos, pero mucho menos trascendentes que aquél para el que nos habíamos dispuesto. Sacamos las cintas del reproductor, justo en el momento en el que llegaba de visita nuestra vecina Sor Inés, y nos dimos cuenta de que estábamos a tiempo de devolverlas al videoclub. Por otra parte, era sábado y, si nos dábamos prisa, aún podríamos pillar algún restaurante abierto, así que fui a mi cuarto a cambiarme de camisa y a echarme mucha colonia para disimular que no había pasado por la ducha.
Con ese decepción me desperté, muy temprano, y fascinado aún por la revisión de la película de Curtis Hanson, me he puesto a leer la excelente novela de James Ellroy. Ya he podido comprobar cómo se puede adaptar una historia sin traicionar ni comprometer su estilo ni su espíritu. Pero voy por la página doscientos y ¡todavía no ha aparecido Kim Bassinger!

Deversiones: Capítulo 7: Bossa & Roll

Deversiones es el título de mi sección en el programa "La Ventana de Córdoba", que dirige y presenta Marta Jiménez, y se emite de lunes a jueves, de 19:00 a 20:00 en el 93.5 de la FM de Córdoba.

Pincha aquí para escuchar la emisión de ayer, dedicada a clásicos de los Rolling Stones en clave bossa-nova.

Más programas y más info en:

www.deversiones.blogspot.com

martes, 22 de enero de 2008

Lunes con tarde de domingo



Los intentos de ir al cine este fin de semana resultaron baldíos. Madrid, ciudad de las colas, te quita las ganas de ver cualquier película: media hora de espera ante la taquilla no es lo peor, porque lo peor vienes después y está dentro: salas abarrotadas, ruidosas y llenas de maleducados que, de una u otra manera, te revientan la película. Así que el sábado decidimos hacer cola en otro lugar (y por mucho menor tiempo): el mítico Casa Labra, para deleitarnos otra vez con sus inigualables pinchos de bacalao. Y el domingo nos quedamos en casa con una sesión doble de fútbol en la que comprobamos, de nuevo, la firmeza del Madrid, el canguelo del Atleti y lo justito que anda el Barça (menos mal que ha vuelto Messi).
El cine ha llegado, por fin, hoy. Pero en casa y asegurando: primero el clásico L. A. Confidential, que gana con cada revisión, y en el que no deja de sorprender su impecable reparto.
Después, una deuda pendiente: Good Will Hunting, toda una sorpresa con las mejores interpretaciones que les haya visto jamás a Robin Williams y a Ben Affleck, junto a esa pareja irresistible que componen Matt Damon y Minnie Driver.

domingo, 20 de enero de 2008

Marcado por la belleza



Excelente Somebody Up There Likes Me, traducida como Marcado por el odio, el primer protagónico de Paul Newman, guapo hasta decir basta, incluso con la nariz rota. Además de la pequeña pero peligrosa Pier Angeli y del debut de Robert Loggia, en una escena se puede ver a un primerizo Steve McQueen en el papel de pandillero.

Algunos regalos

Elliott Smith: Figure 8
Ángel Fernández Santos: La mirada encendida
Cormac McCarthy: La carretera
Robert Walser: Los cuadernos de Fritz Kocher
Radiohead: In Rainbows
Flowerbox tube

viernes, 18 de enero de 2008

Everything is 23




Aunque peca de chapucera, la historia que cuenta El número 23 no es demasiado mala para la noche del viernes. En cualquier caso, las pelis en las que Jim Carrey usa flequillo suelen ser mejores que aquéllas en las que lleva tupé. Por cierto, yo nací en 1967: 1+9+6+7=¡23!

jueves, 17 de enero de 2008

Música para cerrar un cumpleaños

At the Department of Forgotten Songs Jens Lekman Oh You're So Silent Jens
Amsterdam Jacques Brel
Five Years David Bowie Bowie at the BEEB CD TWO
Wouldn't Mama Be Proud Elliott Smith Figure 8
Honest James Thurston Moore Trees Outside The Academy
Slow Show The National Boxer
Through My Sails Soulsavers It's Not How Far You Fall, It's The Way You Land
The Man Who Loved Beer Lambchop 15 anys BAM
Cinder & Smoke Iron & Wine Sidecar 25 Anys
Which Way The Wind Stuart A. Staples Leaving Songs
You're Only Lonely
Micah P Hinson RDL Momentos 2006 II
Simply Because
Mercury Rev Hello Blackbird
What it Means
Mates Of State Bring It Back
Woman In A Bar
Lloyd Cole RDL Momentos 2006 I
Another song about the darkness
Lauren Hoffman Choreography
The Winner Is
Danna/DeVotchKa Little Miss Sunshine (Original Motion Picture Soundtrack)
Lived In Bars
Cat Power The Greatest
I'm Lying
Petra Jean Phillipson Notes On Love
The winter song
Au Revoir Simone Verses of comfort, assurance & salvation
Plus De Liaisons
Tindersticks Working For The Man
Crown Of Love
The Arcade Fire Funeral
The Piano
PJ Harvey White Chalk

miércoles, 16 de enero de 2008

Cumplo-años


Cumplir años a los pocos días de que empiece el año tiene sus problemas (se juntan los regalos familiares, amistosos y afectivos de fin de año, reyes y cumpleaños) y una enorme ventaja nunca bien ponderada: esa prórroga vital.

Mi año comienza ahora. En estos apócrifos segundos bautizo mi personal año.

Lo de estos días-basura está ya, definitivamente, caducado.


Mañana es el día perfecto

Durante años, casi a diario, he jugado en soledad o con la complicidad de Montano o con la paciente atención de mi mujer a buscar el momento perfecto para cambiar mis hábitos y fabricarme la ilusión de iniciar una nueva vida.

Fechas simbólicas (primero de año, comienzo de alguna estación, cumpleaños...), circunstancias trágicas (la muerte de mi padre) o felices (un viaje, unas vacaciones, un cambio de residencia) y, sobre todo, cálculos matemáticos (cuarenta días hasta, tres meses para...) han sido habitualmente los motores de estas ilusas propuestas.

Casi siempre, la frase que cerraba mis pensamientos o conversaciones: ¡Mañana es el día perfecto!

A tal conclusión seguía, de inmediato, la excusa ideal para cualquier tipo de fiesta de despedida, con las consecuencias previsibles para el fracaso del nuevo proyecto.

Mañana dejo atrás 41 años y comienzo a gastar los días de mis 42. No tengo proyectos para este año. Ni siquiera haré una fiesta, porque no sabría lo que celebrar.

En cualquier caso, me parece imposible que por alguna grieta de mi inconsciencia no se cuele esa fórmula eterna: Mañana es el día perfecto.

lunes, 14 de enero de 2008

La grieta (cales y arenas)




Más allá de la belleza de la portada y de la soberbia de la contra, las seis partes de las que consta este libro alternan hallazgos (en capítulos impares) y rubores (en los pares)...

"...Tu mujer. Es una puta. Cómele. La boca..."

La grieta. Javier Fernández. Berenice, 2007

Ángel González

No mentiré si confieso
que esta tarde he tenido la impresión de leer por primera vez sus poemas

O tal vez sí, porque parece inimaginable no haberlo hecho antes
Y, sin embargo, no los recuerdo

o no los quiero reconocer

Y es eso, justo eso, lo que ahora me parece imposible

domingo, 13 de enero de 2008

In Rainbows




El arcoiris del mercado cultural:
soles de cinco minutos
y mucho chirimiri

sábado, 12 de enero de 2008

Cosa de hombres




Un portero es golpeado por el portero suplente
Tras el puñetazo el titular reflexiona
y concluye
que la agresión no fue propia de un hombre
sino más bien de una chica
¿Cómo será ese puño femenino
sobre el ojo del guardameta?

Dos poemas

Laboral

Pase, pase
Siéntese, por favor
y ahora
ahora levántese
Levántese y salga
Está usted
despedido


Saturación

Siento y sufro el miedo y el valor
de esta saturación definitiva

Sudo y mido el porvenir
cierro los ojos y la luz de esta oscuridad
es intermitente y sucia

No me duermo

No me apago

No me canso

No me voy

En la ciudad de Sylvia



Fascination streets...


viernes, 11 de enero de 2008

Los 14 ochomiles



"para poder moverse, el dolor
quema la dicha como combustible"

El amor en tiempos de Chernobyl, Ginés Torres Salinas. Los 14 ochomiles, 2007




"Tengo un amigo al que nunca he visto"

Matriarcado, Antonio Agredano. Los 14 ochomiles, 2007

jueves, 10 de enero de 2008

El estado de mis cosas

La maculopatía remite.

Los triglicéridos retroceden.

El hígado sigue brillando graso.

La vena porta desciende de 15 a 10 mm.

El peso sube dos mil gramos.

No sé nada de informática

aunque preparo poemas antiporno.

Mañana me esperan

incompatiblemente

la radio y el dentista.

miércoles, 9 de enero de 2008

Al rico dinero



Compro, dos veces, el nuevo libro de Pablo García Casado: Dinero.

Lo compro dos veces. Lo leo una. Me gusta. Se celebra que este asunto prosaico entre a formar parte del temario poético.

Hace unos años, reuní mis diarios (inéditos) del 1993 al 1999 y los titulé así: Desde que fui rico.

Será Desde que eres rico, ¿no? me decía la gente

No, respondía, Desde que fui, desde que fui.

martes, 8 de enero de 2008

Sesión en el Amapola

Vespertina, y a ratos:

Windsor For The Derby: The Melody Of A Fallen Tree
Benjamin Biolay: Dans la Merco Benz
Devendra Banhart: Santa María da Feira
Jamie Lancaster: Boys Don't Cry
Nouvelle Vague: Blue Monday
Morrissey: You Have Killed Me
David Bowie: Five Years
Arcade Fire: Black Mirror
Prefab Sprout: Hallelujah

etc

domingo, 6 de enero de 2008

DJ Campanero

No pasa nada.
Están las palomas que se cobijan en los ventanucos y arrullan y arrullan sin piedad.
Pero no pasa nada.
Sufres la humedad del río estéril pero reumático.
Aún así, no pasa nada.
El viento sopla y la arena cae, caen las migas del techo, y sólo puedes sacudirte las piedras, intentar recuperar el sueño.
Es desagradable, pero no pasa nada.
...
...
Sin embargo:
a las seis de la mañana, tal vez antes,
el campanero loco entra en acción
preso de su pasión
nos derrumba el descanso
y perturba el sueño de los ateos
y etcétera

sábado, 5 de enero de 2008

Kiliedro: La música impuesta




Así comienza el artículo que he escrito para el número de enero de Kiliedro.

Una de las campañas publicitarias que más admiro de los últimos años es ésa de BMW en la que, en cada uno de sus spots, tras unas sugerentes imágenes, una voz lee una pregunta sobreimpresa: “¿Te gusta conducir?”.
Muchas veces, parafraseando este lema, me he preguntado: “¿Te gusta escuchar música?”.
Me gusta escuchar música, claro, pero na que todo lo que se vende haya de ser vendido con música de fondo. Me espantan los jingles publicitarios, las cancioncillas pretendidamente divertidas de los anuncios, el tostón incesante de las infinitas pausas para la publicidad. Hoy todo se vende con música. “Dígaselo con flores”, se aconsejaba hace unos años. Los pétalos han sido sustituidos por los estribillos...

Sigue en: kiliedro

Sesión en el Automático

Noche de manises y moleskine. 00:30 a 02:30

P J HARVEY: The Mountain
YO LA TENGO: Return To Hot Chicken
THURSTON MOORE: Frozen Gtr
SONIC YOUTH: Schizophrenia
THE VELVET UNDERGROUND: White Light / White Heat
THE ARCADE FIRE: Rebellion
LOVE: Alone Again Or
ABSENTEE: We Should Never Have Children
THE PIXIES: U-Mass
TARIK Y LA FÁBRICA DE COLORES: Cinnamon Girl
KEVIN JOHANSEN: Down With My Baby
THE NATIONAL: Mistaken For Strangers
THE FLAMING LIPS: Race For The Prize
THE SMITHS: Bigmouth Strikes Again
NEW ORDER: Shellshock
BJÖRK: Human Behaviour
OF MONTREAL: Gronlandic Edit
GNARLS BARKLEYS: Crazy
KISSOGRAM: I'm The Night Before
RADIO 4: As Far As The Eye Can See
FLOW: Rod Stewart
LA DAMA SE ESCONDE: La Tierra De Los Sueños
LIONS IN LOVE: Pulseras
LOS SUPERELEGANTES: Dance
HOW I BECOME THE BOMB: Fat Girls Talkin'Bout Cardio
THE WHITEST BOY ALIVE: Burning
PETER, BJORN & JOHN: Young Folks
BARBARA MORGENSTERN: The Operator
SCISSOR SISTERS: I Don't Feel Like Dancin'
THE HIGH LLAMAS: Clarion Union Hall

Próxima Sesión:
Amapola, domingo 6 de enero de 2008.
17:30 a 22:00

viernes, 4 de enero de 2008

Música y gastronomía




"Las cenas con música son un insulto tanto para el cocinero como para el violinista"
Chesterton

...Y un castigo para los comensales.

jueves, 3 de enero de 2008

Una costumbre infantil (las listas con lo mejor del año)



Busco en internet las listas con lo mejor del 2007 y me sorprendo de que Diego A. Manrique elija como canción del año el Pure Intuition, de Shakira. Yo no me atreví a tanto cuando, hace unos días, le grabé a Montano mis temas favoritos, aunque lo cierto es que éste fue uno de los que escuché más veces.

Mi pasión por las listas viene de antiguo y, aunque participo del parecer común que argumenta que no dejan de ser una bobada, me resultan un capricho irresistible.

El 2007, para mí, fue un año con buenos conciertos, discos notables, libros con cierto interés y películas decepcionantes.

Los directos que más disfruté fueron los de Björk, Los Planetas, P J Harvey, Howe Gelb, OMD y Stuart A. Staples... sin olvidar el mítico concierto de Limousine en el Nasti en el que repartieron salmorejo. También me sorprendió muy gratamente la fortaleza vocal de la dulce y diminuta cantante de Russian Red.

Me emocionaron los discos intensos de The National, Thurston Moore, Sigur Rós y las canciones aún inéditas de la enorme Lonna Kelley.

Escuché hasta la saciedad el enérgico No Cars Go, de The Arcade Fire, el Impossible Germany de Wilco, con reivindicación incluida del clásico punteo, algunas canciones del denostado segundo disco de Facto Delafé y las Flores Azules, varias perlas del Oui de Juan Stewart, la ochentera Burning, de The Whitest Boy Alive, la arriesgada Para vosotras, de Deneuve, la sensual Ese lunar y la irónica S.O.S. tan fashion del simpático Kevin Johansen, la doliente Antes de la niebla de Tarik y la Fábrica de Colores, y el ya confesado e irresistible tema de la Shaki.

Leí con interés y envidia La última noche, de James Salter, y con curiosidad cínica Nocilla Dream, de Fernández Mallo; me sorprendió el muy recomendable Las afueras, de Vicente Luis Mora, me bebí de un trago Rank, de Palahniuk, me detuve en las excelencias de Los exploradores del abismo, de Vila-Matas, me sonreí con Si te comes un limón sin hacer muecas, de Sergi Pàmies, y me divertí, en el mejor sentido de la palabra, con Historias de Londres, de Enric González. En cuanto a poemas, me quedo con los míos y con los de El incendio Cerise, de Antonio Agredano.

Me aburrieron películas de éxito como la premiada y descarada copia The Departed, de Scorsese, la insoportable Paris, Je t'aime, de varios (demasiados) autores ensimismados, o el declive pomposo de Zhang Yimou en La Maldición de la Flor Dorada.

En teatro gocé de lo mejor: el clásico de Arthur Miller, Muerte de un viajante, con el genio Alfredo Alcón, en Buenos Aires, y sufrí lo peor: la nueva patochada de los cachondos y provocadores chicos de Animalario...

(Quizás, en cualquier caso, lo mejor de 2007 fue que leí mis poemas en público, puse música en los bares de algunos amigos, volví a la radio y abandoné la televisión).

miércoles, 2 de enero de 2008

Escobas, miedo y una paloma muerta


Me levanté muy pronto. Apenas llevaba tres o cuatro horas dormido. Me determinó un extraño impulso de pasear, tal vez con la intención de comprobar, sin mucha esperanza, que la ciudad había cambiado con el nuevo año.

Salí a la calle, oscura y fría, como enfadada. Eran más de las diez de la mañana, pero podría jurarse que estaba amaneciendo. Una llovizna de turistas salpicaba la Judería. Sólo se oían los murmullos de voces foráneas y el árido bisbiseo de las escobas de los barrenderos. Me acerqué hasta el río, que parecía callado, o más que callado, mudo. Caminé por el Alcázar Viejo, donde un municipal firmaba las primeras multas del año. Su miseria burocrática me llenó de tristeza. Había una indisimulada venganza en su labor: fastidiar a los que no habían tenido que madrugar, como él, y en cambio habían disfrutado de una noche de fiesta.

Seguí andando hacia el Paseo de la Victoria, y vi a lo lejos a una inmigrante con su bebé en brazos, una de ésas a la que jamás regalo un céntimo. Nuestros caminos iban a cruzarse, y decidí alegrarle el día dándole un billete azul. Sin embargo, al pasar a mi lado, ella tuvo la dignidad de no pedirme dinero, y yo tuve la cobardía de no ofrecérselo. Al cabo de unos pasos me volví para ver cómo se alejaba, una vez y otra, hasta que la perdí de vista. Dejé el billete en mi bolsillo, revalorizado o tal vez manchado de miedo y nostalgia.

Un pringoso aroma y cierto barullo reclamaron mi atención. Al otro lado de la avenida un puñado de gente se dedicaba a pedir y comer churros con chocolate en un puesto. Me acerqué como un autómata y pedí una rueda de jeringos para llevársela a mi madre. El puesto estaba atendido por rumanos y la mayoría de los clientes eran magrebíes, lo que en absoluto demuestra que África haya ganado ninguna batalla póstuma a los países del Este. Sólo distinguí a un español entre el gentío: el que se quejó a voces a la churrera por haberme atendido a mí antes que a él.

Tomé un atajo para evitar que el desayuno se enfriara y pasé por una calleja en que algún caballo había dejado un sutil rastro de excrementos. Una paloma se entretenía probando la bosta y, feliz con su pico enfangado, revoloteó hasta un cable de la luz. Las patas húmedas y el cable pelado obraron la desgracia, y el ave sufrió una descarga que la electrocutó de inmediato. Su cuerpo cayó fulminado sobre los adoquines. El ruido seco del golpe dejó un eco macabro en el aire. Comer mierda y morir de un chispazo. Más vale que no sea un presagio.